La banalización del arte y, en concreto, de la literatura, a la que nos ha tocado asistir desde que se afianzaron los fundamentos de la posmodernidad es demoledora. La ruptura que acometieron las vanguardias dividieron el mundo politizado del arte entre la ideología conservadora de aquellos cuadros de reyes absolutistas, sus poemas alegóricos y novelas decimonónicas, y la ideología de izquierda que domina actualmente con su sátira y sus libros sesgados de nubes de etiquetas.
La valoración actual para saber qué novela o relato es mejor es el gusto politizado de izquierda en el que las minorías colectivizadas resentidas cogen el trono de aquellos roles a los que se les había vedado su participación. La industria cultural lanza su propaganda crítica con el objetivo político de turno. Sin embargo, dicha critica es inocua frente a ciertas obras que pasaron a la posteridad por abordar las grandes cuestiones humanas. Así como ya no se hacen películas que inspiren y trasciendan la pantalla, por el mismo motivo, la industria editorial y cultural, tampoco está por la labor de regresar al sentido que hay detrás del arte. Tal vez ya todo esté dicho, ya sólo puedan salir remakes, plagios o pseudoplagios de otros libros que a su vez estaban redactados con la fórmula escueta del teletipo. Una subordinada proustiana es vista como un esfuerzo pedante innecesario en tiempos de twitter. Sin embargo, la literatura se debe a la estética, la lírica y la capa de figuras arquetípicas que ya pusieron sobre la mesa el propio Homero y las tradiciones mitológicas que le precedían.
A pesar de todo, destaco en esta entrada, mi pequeña selección de novelas y cuentos que considero debería leer y releer cualquier persona. Todas ellas enmarcadas en ese periodo de transición (mediados del siglo XIX y principios del XX), antes de que el mundo fuera aquello que dinamitó la Ilustración y cualquier época pasada, para erigirse en el Imperio del relativismo.
1– “La montaña mágica”, de Thomas Mann.
(Der Zauberberg, 1924)
“El individuo puede idear toda clase de objetivos personales, de fines, de esperanzas, de perspectivas, de los cuales saca un impulso para los grandes esfuerzos de su actividad; pero cuando lo impersonal que le rodea, cuando la época misma, a pesar de su agitación, está falta de objetivos y de esperanzas, cuando a la pregunta planteada, consciente o inconscientemente, pero al fin planteada de alguna manera, sobre el sentido supremo más allá de lo personal y de lo incondicionado, de todo esfuerzo y de toda actividad, se responde con el silencio del vacío, este estado de cosas paralizará justamente los esfuerzos de un carácter recto, y esta influencia, más allá del alma y de la moral, se extenderá hasta la parte física y orgánica del individuo”.
2- “Los hermanos Karamázov”, de Fiódor Dostoievski.
(Братья Карамазовы, 1880)
“El hombre inventó a Dios. Pero no es eso lo extraño, ni tampoco es prodigioso que Dios existiera realmente; lo extraño es que semejante idea haya podido surgir en el cerebro de un animal tan feroz y maligno como el hombre ya que es una idea tan sagrada, tan conmovedora, tan profundamente sabia y que tanto honra al hombre”.
3- “Al faro”, de Virginia Woolf.
(To the Lighthouse, 1927)
“¡Qué fuerza tiene el alma humana! – pensó Lily; la presencia de la señora Ramsay simplificaba la complejidad de todas las cosas”.
4- “Niétochka Nezvánova”, de Fiódor Dostoievski.
(Неточка Незванова, 1849)
“Y en este momento, el destino repentina e inesperadamente cambió mi vida de una manera extremadamente extraña. Mi atención, mis sentimientos, mi corazón, mi cabeza, todo de una vez, con un poder intenso que incluso alcanzaba el entusiasmo, de repente se volvió hacia otra actividad completamente inesperada, y yo mismo, al notarlo, fui transferido a un mundo nuevo; No tuve tiempo de dar la vuelta, mirar a mi alrededor, cambiar de opinión; Podría morir, incluso sentirlo; pero la tentación fue más fuerte que el miedo, y fui al azar, cerrando los ojos. Y durante mucho tiempo estuve distraído de la realidad que comenzó a pesarme y en la que tan ansiosa e inútilmente busqué una salida. Así fue y así sucedió”.
5- “Crimen y Castigo”, de Fiódor Dostoievski.
(Преступленіе и наказаніе, 1866)
“Debe ser horrible vivir entre ese fango que detesta y saber al mismo tiempo que su sacrificio de nada sirve, que no puede salvar a nadie”
6- “Guerra y Paz”, de Lev Tolstói.
(Война и мир, 1869)
«Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo»
7- «Los endemoniados”, de Fiódor Dostoievski.
(Бѣсы, 1871)
“Hoy el hombre ama la vida porque ama el sufrimiento y el terror. Así es. La vida se presenta hoy al hombre como sufrimiento y terror. Y eso es lo que lo engaña. Hoy el hombre no es todavía lo que será. Existirá un hombre nuevo, feliz y orgulloso. A éste le será indiferente vivir o no vivir, éste será el nuevo hombre. El que venza al sufrimiento y al terror será, él mismo, un Dios. Y el Dios de allá en lo alto dejará de ser.
8- “En busca del tiempo perdido”, de Marcel Proust.
(À la recherche du temps perdu, 1913-1927)
“No es sólo a fuerza de mentir a los demás, sino también de mentirnos a nosotros mismos, que dejemos de notar que estamos mintiendo”.
9- “Almas muertas”, de Nikolai Gogol.
(Мёртвые души, 1842)
“Pero nuestra generación se ríe, y arrastrada por el orgullo y la vanidad, empieza una serie de nuevos errores, de los que con el tiempo se reirán asimismo nuestros descendientes”.
10- “El conde de Montecristo”, de Alejandro Dumas.
(Le Comte de Monte-Cristo, 1844)
“Así como es necesaria la presión para hacer estallar la pólvora, así el infortunio es necesario también para descubrir ciertas minas misteriosas ocultas en la inteligencia humana. La prisión ha concentrado todas mis facultades intelectuales en un solo punto, que por ser estrecho ha ocasionado que ellas choquen unas con otras. Como ya sabéis, del choque de las nubes resulta la electricidad, de la electricidad el relámpago y del relámpago la luz”.
Eres un solete:)) Y no te imaginas lo que agradezco porque soy muy empanada y luego busco y no encuentro etc… aquí me quedan:) ¿Cómo estás?
NF
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Nuria. Tú sí que eres solete. Me alegro de que te sirva.
Por aquí todo bien, aunque hay mucho de lo que hablar y reflexionar 🙂
Me gustaMe gusta
Deberían convalidarte una tesis doctoral por los research que haces de películas y novelas. Muchas gracias 😉
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias a ti por el reconocimiento.
Me gustaMe gusta
Muy buena tu selección!
Me gustaLe gusta a 1 persona
jeje, espero que tenga segunda parte este post. Por otra parte Dovtoievski siempre fue mi escritor preferido, hasta que conocí a Kafka y a Camus…pero definitivamente Al Faro es una de mis novelas preferidas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
En principio, no tenía pensado hacer segunda parte, pero cualquier idea al respecto es bienvenida.
Me gustaLe gusta a 1 persona